El objetivo del mantenimiento es garantizar la competitividad de la empresa, asegurando una adecuada disponibilidad y fiabilidad de los activos en términos de funcionalidad y calidad adecuadas al estándar definido.
El clima de alta competitividad que existe actualmente en la industria así como la asfixiante atmósfera de recorte de costes, obliga a que todos los sistemas y funciones de la empresa adopten una ineludible filosofía de mejora continua.
La función de mantenimiento de una empresa, por lo tanto no es ajena a este concepto. Como una de las funciones con más costes asociados, particularmente en sectores como el petroquímico, celulosa, minería, etc., la mejora de su eficiencia influirá dramáticamente en la competitividad de la empresa.
Planificar, ejecutar, controlar y actuar en consecuencia son acciones necesarias si se pretende mejorar de forma continua la función de mantenimiento.
Es necesario por lo tanto implantar un proceso de mejora continua en todas las actividades de mantenimiento de una compañía con el objetivo de alcanzar la excelencia, es decir: un mantenimiento y fiabilidad de clase mundial (WCMR).